Viernes, 17 de
Noviembre de 2017
La segunda actividad que realizamos este
viernes por parejas fue sobre el “Conocimiento de sí mismo”,
cuyo objetivo pretende lograr un mejor conocimiento de sí mismo en
relación a la actividad profesional de orientador.
Aquí os dejo el acceso a las entradas
sobre la primera actividad que realizamos ese día y la tercera actividad, ya que las tres están interrelacionadas.
Para alcanzar
este conocimiento propio es importante ser conscientes de nuestros
propios pensamientos, sentimientos, reacciones y prejuicios. La forma
de llegar a ello que se propone en la actividad es mediante la
presentación de una lista de situaciones que perfectamente pueden
ser abordadas desde el despacho de un orientador escolar. De esta
forma, teníamos que catalogar las situaciones de acuerdo a estas
tres categorías:
- Te hacen sentir incómodo.
- Te parecen difíciles.
- Te parecen muy difíciles.
El sentido de la sesión no era tanto
ofrecer soluciones o formas de proceder en las situaciones, sino mas
bien reflexionar qué nos despiertan o qué nos parecen dichas
hipótesis.
Para que podáis entender mejor la dinámica
y experimentéis en vosotros mismos lo que os despiertan estas
situaciones, os dejo los documentos que empleamos:
Personalmente, fui especialmente sensible
ante la segunda situación, (“Una madre joven dice que ha pegado
algunas veces a su hijo de dos años porque llora mucho y no quiere
comer”) ya que para mí representa la impotencia o incapacidad de
respuesta del niño ante la agresión. Pero, si bien es verdad, que
cada uno puede ser sensible a varias situaciones.
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